MARCA

 Prisma blanquiazul.

Parece que hoy en día es más cómodo tener ilusiones que vivir con los pies en la tierra. Es cierto que hay ilusiones sin verdadera realidad, ilusiones ópticas sometidas a limitaciones de voluntad y que varían de una persona a otra. No vengo a contar mentiras, ni realidades distorsionadas, solo unas pocos deseos de un grupo de jugadoras que apuntan alto. Con estos deseos comencé a escribir mi propio blog, hoy, también puedo plasmarlos aquí, en Marca, quién me iba a decir que las letras que empezaron para mis compañeras después de cada partido, palabras de aliento y ánimo, llegarían hoy hasta ustedes.

Esta temporada, la imaginación nos ayuda a sugerir que soñemos con estar arriba, con ser capaces de poner a cualquier rival contra las cuerdas, ideas maravillosas de estar codeándonos con los mejores de esta liga que da inicio el domingo. Valentía de pensamiento, sueños y osadía para intentar cumplirlos.

Y es que las ilusiones dependen entre otras cosas del prisma con el que se miren los deseos. El nuestro, desde siempre, es un visor txuriurdin que hace que veamos todo de color y perspectiva blanquiazul. Prismas blanquiazules, deseos de victoria.

La Superliga depara momentos difíciles y otros en los que va todo rodado, momentos en los que toca llorar y sufrir, momentos de sonreír y disfrutar, miles de momentos... Lo sabemos, nadie nos dijo que fuera fácil. ¿Y qué si probamos a hacer lo difícil más llevadero con una dosis de ilusión?

Para cada una de las 34 jornadas, sería suficiente llevar en la mochila (además de las botas) una de las máximas de Walt Disney, el que creó tantas y tantas películas que algún día nos llevaron a lugares casi inimaginables: “Piensa, cree, sueña y atrévete”.

Desde dentro, desde casa, os invito a mirar del mismo color de nuestra camiseta, la de todos. Bienvenidos al comienzo de la primera división femenina de fútbol. Porque ser de la Real nos produce ese efecto maravilloso de ojear en dos colores. La mejor de las ilusiones, tener ilusión. Atrevámonos a estar arriba, atrevámonos a creer. Tenemos equipo. Bienvenidos a la Superliga femenina, soñemos a lo grande.

Para terminar agradecer a Oscar la oportunidad que me ofreció, irrechazable. Muchas gracias por hacerme algo inimaginable, posible. Personas con duende que ayudan a cumplir pequeños sueños.